Sobre la actuación en El Chinchecle.

Algunos seguís preguntando por nuestra actuación en El Chinchecle, a finales de agosto. La respuesta es fácil, pues tocar allí resultó del todo gratificante.

José Grima explicando algunas particularidades

de la cabrette de Auvernie.

Puede que el público esperase encontrar otra cosa, algo más “convencional”, con canciones tranquilas, fáciles de tararear y sin ningún tipo de sobresaltos. Pero, como podéis imaginar, no fue así. Sin embargo, existieron momentos para la imaginación, creando lazos y puentes entre culturas musicales aparentemente lejanas…



Hubo romances cantados, sí, pero a “son de gaita”, un repertorio desconocido para muchos y difícil de encontrar sobre los escenarios. También hubo bailes y “mudanzas”, improvisaciones y algo de “ruido”, ante un público “ojiplático” (con “los ojos como platos”) a tan sólo unos metros de nosotros.

Un pequeño rincón... en el interior de la taberna.

Improvisando con Luismi, 

sin ningún patrón previamente establecido.

La experiencia fue extraña, pero bella, placentera… contando con la presencia de Luismi a la zanfona en varias improvisaciones totalmente libres.



Después llegó la cena, entre amigos, con caras nuevas y conversaciones infinitas, acabando bien entrada la madrugada, de nuevo, con los instrumentos sonando. 

Gracias a todos por vuestro interés, y a Luismi por atreverse a programar propuestas musicales como la nuestra, tan “raras” aquí y sin embargo del todo habituales a tan sólo unos kilómetros de distancia, al otro lado de los Pirineos.

Luis Miguel Escalona sentado a la entrada del bar.

Yolanda dándonos los buenos días, que más se puede pedir!!.

* Las canciones escuchadas no corresponden a este concierto.