Para quienes les sea ajeno, decir que este ilustre artista alemán revolucionó "el arte del grabado", siendo pionero en las técnicas de "ilusión óptica”. Prolífico grabador de Nuremberg, como ya hemos dicho, fue alumno del artista alemán Alberto Durero.
Schön acaparó el mercado de Nuremberg después de que Durero falleciera en 1528. Su clientela fue abundante y se dedicaba sobre todo a producir sátiras sociales e imágenes religiosas, aunque después atacara duramente a la iglesia en grabados anónimos. Entre todo, se especializó en los "Vexierbilden" o 'cuadros con secreto', que utilizaban la técnica de la anamorfosis para esconder imágenes dentro de otras imágenes.
Para conocer más sobre Erhard Schön, podéis pinchar aquí.
"El demonio con gaita"
(Erhard Schön, grabado, h.1525)
Ahora nos detendremos y observaremos este famoso grabado, conociendo algo más sobre él y el contexto en el que fue creado.
Para ello, de la serie “Los Diccionarios del Arte” (editorial Electa), recurrimos al volumen dedicado a “La Música”, recogiendo de allí la descripción que aparece sobre esta fascinante obra:
El diablo, cuyo aspecto recuerda a los monstruos infernales que en esos mismos años pintaba Grünewald, toca la gaita.
Este instrumento había ido acumulando connotaciones negativas, que lo asociaban a la concupiscencia y la sexualidad sin freno.
La
corrupción, el abuso de los privilegios y la escasa hondura religiosa de las
órdenes monásticas fueron ya el blanco de constantes sátiras en la Edad Media.
Esta postura fue heredada y reforzada por el espíritu de la reforma luterana,
que acabó identificando a los monjes como dilectos compañeros del demonio.
La bolsa de la gaita está formada por la cara
rechoncha de un monje, cuya nariz se prolonga en el tubo melódico del que el
diablo arranca sonidos infernales. Esta combinación pone de relieve lo poco que
se respetaban la pureza y la castidad dentro de los monasterios.
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