Siempre
que podemos nos gusta visitar aquellos lugares donde mantienen vivos los bailes
o dances de antaño, estos, muchas de las veces, con las adaptaciones lógicas de
cada época. Aun con todo, aunque en ocasiones nos topemos con elementos ajenos
a la propia tradición local, es placentero asistir a este tipo de celebraciones
populares.
Danzantes de Gallur. Año ¿?
foto: Internet
Este año,
de ahí esta entrada, estuvimos nuevamente en las fiestas de Gallur,
concretamente en la celebrada el 29 de junio en honor a San Pedro (la otra es
para San Antonio, el día 13 del mismo mes), una experiencia que recordamos con gran claridad.
Gaiteros y bailadores de Gallur.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
El pueblo
de Gallur pertenece a la comarca de la Ribera Alta del Ebro, en la provincia de
Zaragoza, lindando con Navarra. Sus calles son escarpadas y abruptas,
diferenciándose así del resto de sus vecinas poblaciones, un hecho bastante
significativo para el desarrollo del dance local. Este dance es enérgico y
“bravo” (como suelen definirlo ellos mismos), poniendo a prueba el aguante físico de
gaiteros y bailadores.
En
Gallur, a los “dulzaineros” se les llama “gaiteros”, así como los “danzantes” reciben el nombre de “bailadores”.
Sebastián Gistas, José Atienza y "Periquito"
durante "La llega" del día 30.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Del
antiguo texto que con el esquema de las “pastoradas” se representaba en la Plaza del Ayuntamiento no
queda más que el recuerdo en la memoria. En cambio, sucede todo lo contrario
con las “mudanzas” que conforman el “dance”, todas vigentes en nuestros días.
Dance de Gallur. Año ¿?
foto: Internet
Durante
la tarde del día de la “vispra” (víspera) de la fiesta grande, gaiteros y
bailadores recorren las calles de la localidad a modo de pasacalles, andando,
reservándose en el baile para el día siguiente.
Llegado
el día del santo, sea San Antonio o San Pedro, gaiteros y bailadores se reúnen
a las 7:00h en casa del “mayoral”, desde donde dará comienzo la “diana”,
recorriendo las calles del pueblo e interpretando algunas “mudanzas”
(paloteaos) en puntos concretos: delante de las casas con imágenes de los
santos, en la puerta del alcalde y en casa de otros vecinos que
solicitan su presencia.
Gaiteros, bailadores y vecinos durante la "diana" del día 30.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
A eso de las 10:45h el grupo de danzantes se reúne en la
plaza del ayuntamiento, acompañados por las autoridades, vecinos y las “majas”
(mairalesas) de ese año, que con orgullo forman parte de la comitiva. Todos
ellos irán hasta la iglesia del pueblo, situada en lo alto del mismo, al ritmo
de “la polka”, en busca de los santos e iniciar así la procesión por toda la
villa.
foto: Internet
La
procesión comienza de este modo al ritmo del “pasapeanas” (o baile de la
procesión), donde los danzantes, con castañuelas en las manos, bailan al son de
esta melodía interpretada por los gaiteros locales. El nombre de dicha “tocata”
(melodía), se debe a que los danzantes, durante el transcurso de la procesión,
pasarán varias veces por debajo de las imágenes de los santos sin por ello
descansar en el baile, en ocasiones, cogiendo entre sus brazos a los más bebés
de la localidad.
foto: Internet
Como
decimos, Gallur tiene sus propios “gaiteros”, intentando no estar un número menor
a dos dulzainas y un tambor durante todo el recorrido, pues el esfuerzo es
grande para aguantar el ritmo continuo de la procesión. Por fortuna,
actualmente el grupo de gaiteros que sale en comitiva es importante,
relevándose entre ellos en “las voces” de las diferentes “tocatas”.
Gaiteros y bailadores infantiles de Gallur.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Los bailadores adultos en plena ejecución del "paloteao".
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
El grupo
de danzantes está formado por 8 bailadores, el “mayoral” y el “zagal”, estos
últimos representando el grado superior e inferior del oficio pastoril
respectivamente, distinguiéndose también por su trajes y por las “varas” o
bastones que portan (con cintas), sin cesar en su movimiento, siempre marcando el ritmo del
baile.
foto: Internet
El dance, que cuenta con varios grupos de distintas edades, interrumpen el
“pasapeanas” para interpretar distintos “paloteaos” en distintos puntos del
trayecto ya fijados con anterioridad.
En la “replaceta”, el grupo infantil
baila “los lanceros”, en la
Plaza de España los adultos danzan “el arco doble”, al
comienzo de la “calle baja” se interpreta “la patatera” y al final de esta
misma calle, donde vecinos y curiosos se amontonan, bailan “la torera”, al
compás rítmico de jota.
Bailadores jóvenes al comienzo de la "calle baja".
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Ya hemos
indicado que tanto los bailadores como los gaiteros necesitan de una buena
forma física, pues de no ser así, sería prácticamente imposible la celebración
que hoy aquí os detallamos.
El "zagal" con "la moña" en la parte superior de su bastón,
con diversas cintas de colores ofrecidas por los danzantes.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Al son
del “pasapeanas” la procesión llega hasta la plaza de la iglesia, donde muchos vecinos
llevan tiempo esperando. El sonido de “las torderas” (mosquetones)
avisan del momento, de gran emotividad para todos los galluranos.
Disparo de "las torderas" en la plaza de la iglesia.
foto: Internet
Los músicos no descansan, cuesta arriba,
hasta llegar a la iglesia.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Los danzantes, ya en la plaza, bailando de cara al santo.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Allí,
ante la puerta del templo, “los dichos” hacen acto de presencia. Estos, cobran
gran importancia entre los vecinos de la villa, donde, de cara al santo, son
recitadas diversas “cuartetas” sucesivamente. Antiguamente, se sabe que cada
miembro del dance (mayoral, zagal o danzante) tenía asignada una función
específica en la recitación de “los dichos”, con una temática y duración
diferente según el caso. Como ocurre en otros lugares, en Gallur también tienen
su propio modo de exclamar “los dichos”, utilizando una tonada muy
característica que no pasa desapercibida para el visitante foráneo.
La imagen de San Pedro entre la multitud.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Nuestro amigo Jesús Aguerri como "costalero".
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Otra de
las particularidades de esos instantes, tiene que ver con el zarandeo que
sufren las imágenes por parte de los “costaleros”, de un lado a otro y de abajo
hacia arriba. Arropados por un considerable número de vecinos, los santos son
movidos con viveza ante los ojos expectantes de los allí concentrados.
foto: Internet
Tras
ello, danzantes y galluranos entran al templo dando comienzo la misa, de la que
poco podemos dar fe (nunca mejor dicho), aunque de ella destacaremos su larga
duración… Ya se sabe que “para un día que el cura tiene buena clientela,
aprovecha al máximo la coyuntura”.
Homenaje a los bailadores de Gallur
junto a la iglesia de San Pedro Apóstol.
foto: Internet / Centro de Estudios Borjanos
Finalizada
la misa, vuelven a sonar las “tocatas” de los gaiteros entremezclándose con la
música de la banda municipal, algo que por momentos se torna surrealista aunque,
en realidad, se trata de un hecho muy normal allí.
José Grima junto a Sebastián Gistas,
veterano gaitero de Gallur
y un "músico de oficio" de los que ya no quedan.
Una vez de vuelta al corazón del pueblo, nuevamente en la plaza, los
danzantes vuelven a colocarse para bailar diversas “mudanzas” como el
“postellón”, frente a la atenta mirada del mayoral. En ocasiones el grupo de
danzantes infantiles se alterna con el de los adultos, mientras que en otras
conviven bailando de forma paralela, sin importar las horas que “llevan en
danza” bajo un sol de justicia. Después de unas cuantas, le llega el turno a la
mudanza más esperada y popular de todas: “la peregrina”.
El grupo de gaiteros tocando "la peregrina".
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Emotivos instantes durante el baile.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
En la
peregrina podemos presenciar la emoción que sienten los galluranos por su
dance, una mudanza que oscila entre los ocho o diez minutos de duración. En
ella, acompañados de castañuelas, los danzantes de todos los grupos (pequeños y
grandes) realizan diferentes cruces y filas, manteniéndose siempre visibles los
mayorales y zagales correspondientes, siguiendo los compases de una melodía
continua que invita al trance.
Gaiteros y bailadores de Gallur
(Fiestas de San Pedro, 2013)
En fin,
con la peregrina se da por finalizada la jornada, aunque durante los días
siguientes, a las 7:00h, saldrán nuevamente gaiteros y danzantes para
la conocida “diana” por las calles del pueblo, siendo el mayoral quien los
guía.
"Diana del día 30"
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Sobre las
dulzainas:
Sabemos que el Tío Juaneto era el encargado de
acompañar el Dance en tiempos pasados. Más tarde, se incorporarían al “oficio”
jóvenes del pueblo con varias dulzainas en mal estado de conservación.
Tiempo
después serían los “Gaiteros de Pamplona” quienes ayudasen a los dulzaineros
locales aportando “gaitas navarras” (dulzainas de otra tipología distinta a la
aragonesa), así como con la enseñanza técnica del instrumento y un amplio repertorio musical (algo normal, por otra parte).
Sebastián Gistas con "gaita" en mano.
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Sebastián
Gistas, el gaitero más veterano del pueblo, se ha
convertido en uno de los últimos gaiteros tradicionales que siguen con el “oficio”
en territorio aragonés.
Sebastián y Yolanda
(el gaitero con la vicepresidenta de la "Asociación Moxiganga").
foto: Pedro Mari Martín (Moxiganga), 2013.
Fuera de
Aragón, este gaitero ya ha sido homenajeado en varias ocasiones, entre ellas en el “Encuentro
del Día del Gaitero de La
Guardia”, en La Rioja Alavesa. Ahora sólo esperamos que aquí se
haga lo mismo antes de que sea demasiado tarde. Homenajear a Sebastián, de algún modo, es
rendirle un justo tributo a otros gaiteros de esa zona que, como él,
continuaron con la tradición a pesar de las dificultades.
Placa en homenaje a los bailadores.
foto: Internet / Centro de Estudios Borjanos
Por
último, no queremos despedirnos sin antes mostrar nuestro agradecimiento al
pueblo de Gallur. A Sebastián Gistas y
su mujer Pili, por su hospitalaria y siempre afable compañía, así como a Mari José
López, Conchi, Julián, Soraya, Yurena y Fran, por nuestra sincera y duradera
amistad.
A todos
vosotros, gracias!!